En primer lugar, ¿que es una conducta?; La conducta indica el actuar de un sujeto u animal frente a determinados estímulos externos o internos. En psicología, la conducta humana refleja todo lo que hacemos, decimos y pensamos e indica esencialmente una acción.
Hablar, reír, llorar, leer, comer… todas estas palabras tienen en común que son verbos. Que expresan acción, y que son llevadas a cabo por algo o alguien. Son conductas, y aparte de las citadas hay muchas más; de hecho estamos constantemente realizando alguna.
Los diferentes tipos de conducta
Si tenemos en cuenta que entendemos como conducta cualquier tipo de acción o comportamiento realizado, lo cierto es que podemos darnos cuenta de la innumerable cantidad de situaciones y actividades de la que podemos estar hablando.
En este sentido podemos encontrar una gran cantidad de posibles clasificaciones de tipos de conducta, en base a criterios muy diversos. A continuación os dejamos solo algunas de las más habituales y conocidas.
1. Conducta innata o heredada
Las conductas innatas o reflejas son unas de los primeros tipos de conducta que realizamos en nuestra vida, y se caracterizan por ser aquellas que aparecen en la persona o ser de manera natural y derivada de nuestra genética, sin que nadie nos las haya enseñado antes. Un ejemplo de ello lo encontramos en reflejos como el chuparse el dedo o mamar cuando somos bebés.
Pueden aparecer tras el nacimiento o incluso antes (ya se observan algunas conductas de este tipo en la etapa fetal).
2. Conducta adquirida o aprendida
Otro de los principales tipos de conducta es la conducta adquirida o aprendida, la cual se define como todo aquel tipo de acción que no surge de manera natural en la persona o animal si no que es aprendida a lo largo de la vida. Este aprendizaje puede ser inculcado por la propia experiencia o bien transmitido o modelado a partir de la observación del comportamiento de otros.
3. Conducta observable/manifiesta
La conducta observable o manifiesta es aquella que se puede ver a simple vista desde el exterior. Se trata de comportamientos que llevamos a cabo y que implican algún tipo de movimiento por nuestra parte en relación con el medio que nos rodea.
Son el tipo de conducta que se suele considerar como tal, ya que nos llevan a “hacer” físicamente alguna acción.
En este sentido, corrientes como el primer conductismo las consideraban inicialmente el único tipo de conducta observable y demostrable empíricamente.
4. Conducta latente/encubierta
Tal y como hemos comentado con anterioridad, cosas como imaginar, pensar, recordar o fantasear son actos o comportamientos que no pueden apreciarse a simple vista desde el exterior, pero no dejan de ser actos que llevamos a cabo. Se trata de las conocidas como conductas encubiertas.
5. Conductas voluntarias
Otro tipo de clasificación de conductas que puede aplicarse tiene que ver con la presencia o ausencia de voluntariedad a la hora de llevarlas a cabo. Las conductas voluntarias son todas aquellas que el sujeto que las realiza lleva a cabo de manera consciente y de manera acorde a su voluntad.
6. Conductas involuntarias/reflejas
Por otro lado, las conductas involuntarias son todas aquellas que se llevan a cabo de manera inintencional.
Por lo general ello incluye principalmente las conductas reflejas: retirar la mano de un fuego que nos quema, respirar o el conjunto de reflejos de los cuales disponemos desde el nacimiento.
7. Conductas adaptativas
Entendemos como conductas adaptativas a todas aquellas que permiten a aquel que las realiza adaptarse de manera más o menos eficiente al medio que le rodea, de manera que su realización resulta una ventaja y facilita la supervivencia y el ajuste y bienestar del sujeto.
8. Conductas desadaptativas
Existen también conductas que dificultan que el sujeto se adapte al medio y que le pueden generar malestar o dificultar su funcionamiento en el entorno en el que se encuentra.
Estas serían las denominadas conductas desadaptativas, las cuales tienden a causar sufrimiento y que por lo general resulta deseable modificar (aunque a veces es difícil o el propio sujeto no quiere hacerlo).
9. Conductas apetitivas
Se denomina conducta apetitiva o de aproximación a aquel conjunto de acciones llevadas a cabo con aproximarse a un objetivo determinado, el cual motiva y activa al sujeto a actuar.
10. Conductas consumatorias
Se trata del conjunto de acciones que llevamos a cabo con el fin de conseguir obtener el objetivo, meta o gratificación que nos mueve a la actuación, y que nos permiten dar por finalizada un patrón o serie de acciones o comportamientos para lograrla.
11. Conductas pasivas
Se entiende como conducta pasiva a aquel conjunto de comportamientos vinculados a la manera de relacionarse con el entorno que nos rodea y con el resto de nuestros semejantes, caracterizado por una supresión o minimización de los propios deseos y necesidades en favor de las de los demás.
Aparecen generalmente debido a una necesidad o deseo de ser apreciado o evitar el conflicto que podría suponer la expresión de la propia voluntad.
12. Conductas agresivas
Se entiende como conducta agresiva a aquella en la que la obtención del propio beneficio o la gratificación de las propias necesidades se pone por delante del bienestar de los demás, con indiferencia a que ello supongo un perjuicio para el resto.
Se trata de una conducta de tipo dominante y que puede llegar a expresarse por medio de la violencia. Si bien evolutivamente tuvieron un propósito (defenderse de las agresiones externas), este tipo de conducta puede llegar a ser aversivo para el resto.
13. Conductas asertivas
La conducta asertiva es aquella que tiene un equilibrio entre la agresiva y la pasiva: el sujeto defiende su punto de vista y sus intereses, pero teniendo en cuenta y valorando la opinión y las necesidades del resto.
Permite la negociación y llegar a un punto de acuerdo, e integra la reafirmación y expresión de necesidades y opiniones con el respeto por los propios de los demás.
14. Conducta no condicionada/incondicionada
Más conocida como respuesta incondicionada, se trata del tipo de conducta que el sujeto realiza de manera innata y natural al presentarse un estímulo de por sí apetecible o aversivo, hacia el que hay una tendencia a acercarse o a alejarse dependiendo del caso.
15. Conducta operante
Se denomina como tal a todo aquel tipo de conducta que se lleva a cabo con el propósito de obtener o conseguir un determinado bien, objetivo o meta.
Se relaciona también con el conductismo, en este caso con el propio del condicionamiento operante de Skinner: llevamos a cabo una conducta debido a la previsión de que su realización nos permite recibir reforzamiento o bien evitar castigos.
Ya que nos adentramos mejor en este tema y les explique un poco mejor a lo que me refería, puedo incluir un tema de mucha importancia que actualmente vivimos todos, las conductas laborales, ¿a que se refiere ésto?
¿Cómo nos comportamos cuando estamos en el trabajo? ¿Influye nuestro comportamiento en nuestra tarea diaria? ¿Cómo son nuestras conductas en el ambiente laboral?
Desde que venimos al mundo se va originando un desarrollo de promoción de las condiciones sociales de las personas que les faculta para incorporarse a su contexto. En todo este devenir participan todos los sistemas comunitarios: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo. Mediante la percepción, las personas van educándose y van aceptando las conductas con las que simpatizan o que son el producto de las comunicaciones que adopta.
Con quién nos relacionamos
La persistencia y permanencia de las conductas se fortalece por las comunidades con las que nos relacionamos. En la mayoría de las ocasiones no nos juntamos con personas dispares a nuestra manera de entender la existencia, sino que solemos juntarnos con personas con las que tenemos una cierta simpatía o que sabemos que sienten por nosotros algún tipo de aprecio. Cuando dejamos de contactar con las personas que son distintas perdemos el poder de comparar nuestras propias conductas si lo que ambicionamos es integrarnos en esa comunidad.
Las inquietudes y los afectos guían el patrón de nuestra conducta, nuestra existencia es observada a través de estos parámetros y lo que solemos hacer es que estado en el que caminamos no rebate nuestros hábitos anteriores.
La conducta hacia la organización
La conducta hacia la organización está caracterizada por las disposiciones que nosotros tenemos hacia nuestras propias tareas, la propia organización o nuestro superior inmediato. Hay tres conductas básicas que son el nexo entre la persona y el trabajo: la complacencia hacia el trabajo, el apego por el trabajo y la dedicación a la organización.
- La complacencia hacia el trabajo: Si una persona está satisfecha con el trabajo que realiza su conducta será positiva hacia la propia organización y hacia su propio quehacer diario dentro de ésta.
- El apego por el trabajo explica la compenetración que la persona siente hacia el trabajo que desarrolla. Lo que provoca es que se comprometa de una forma dinámica y se responsabilice por su productividad, interviniendo incluso en su propia autoestima.
- La dedicación a la organización: el propio trabajador reconoce una afinidad con la organización a la que pertenece lo que provoca en él un deseo de seguir en ella por mucho tiempo y sobre todo una simbiosis con las metas que se pretenden conseguir.
También otro tema de interés es el clima laboral, si tiene mucho parecido con las conductas laborales, pero sin embargo si tiene otro enfoque, y yo finalizare éste blog explicandoles un poco sobre ello, ya que actualmente estamos teniendo situaciones turbias debido a esta pandemia y miles de problemas mas que podemos estar sufriendo y debemos estas pendientes con ello, ya que nos podría costar nuestro empleo, empresa, entre otros.
Estoy segura de que tú también la conoces. Esa sensación de entrar en una habitación y, nada más llegar, percibir un ambiente denso... como pesado, ¿sabes a lo que me refiero? Llámalo negatividad, malestar o cualquier otra emoción parecida. Hoy veremos qué es y la importancia que tiene el clima o ambiente laboral en una empresa de éxito.
El clima laboral se suele definir como el medio ambiente físico y humano en el que se desarrolla el trabajo. Influye en la satisfacción del personal y está relacionado con la forma de relacionarse y la cultura de la empresa.
Y sí. Es el camino más corto para que todos los que trabajan contigo -incluido tú, claro-, estén súper motivados desde la primera hasta la última hora y, en definitiva, trabajarán más felices… o todo lo contrario.
Por si la felicidad de la gente no fuera suficiente, está sobradamente demostrado que la gente feliz es más productiva, vende mejor y son mucho más creativos.
El ambiente laboral es uno de los factores más influyentes en el bienestar de los empleados.
Por ambiente laboral o de trabajo entendemos todo aquello que involucra a los empleados en el trabajo, como por ejemplo:
- La relación con los compañeros de trabajo y líderes.
- La cultura organizacional o corporativa.
- El espacio disponible para el desarrollo personal.
La principal ventaja de un entorno laboral positivo es que los empleados sienten como agradable la idea de ir cada día a su trabajo. Esto les da una motivación que mantienen durante el resto del día.
No importa en qué tipo de empresa trabajes. Evaluar el ambiente laboral es una tarea que no debes pasar por alto… ¿o acaso hay algo peor que ir cada día a un sitio donde detestas estar?
Cada trabajo es diferente, pero existen ciertas características muy valoradas por todos los trabajadores de cualquier empresa. Podríamos decir que son puntos universales, con raras excepciones.
Me despido de ustedes que están leyendo ésto y les agradezco enormemente por tomarse el tiempo de leer un poco. Gracias...
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